La crianza de los hijos es una de las labores donde se requiere niveles muy altos de sabiduría, paciencia, y mucho, mucho amor. Es normal que un padre o madre frecuentemente se esté cuestionando si está haciendo bien, esta gran labor.
La verdad de la vida es que los hijos no vienen con un manual de cómo educarlos, y a menos que seas un ávido lector, es inusual encontrar personas que han estudiado mucho al respecto.
Lo que sí sabemos, es que uno de los propósitos más altos de los padres es que sus hijos lleguen a ser adultos amables, empáticos, responsables, exitosos, pero sobre todo, felices. A ningún padre le gustaría ver que su hijo está fracasado en la vida, o sumido en depresión.
El día de hoy te quiero presentar información científica, respaldada por estudios de la Universidad de Harvard, sobre la crianza consciente de los hijos. Mi propósito es presentarte las acciones y lineamientos para llevar excelentes relaciones con tus hijos y llevarlos hasta una experiencia de felicidad y armonía en familia.
1. Palabras educan, pero el ejemplo arrastra.
Muchos padres tienden a querer enseñar, expresar y hasta a veces rayan en sermonear buenos principios y ética a sus hijos. Sin embargo, lo padres que demuestran estos principios en acciones concretas son lo que tienen mejores resultados. Los niños no aprenden como pericos por pura repetición, aprenden a través de observar lo que su padre o madre hace. La adoración del niño a sus padres es tal, que para ellos es un goza emularlos. Así que más allá que solo hablarles de compartir, honestidad, generosidad, humildad o empatía por otros, es mucho más poderoso que ellos te vean haciéndolo.
Ejemplos de acciones:
- Unirse a un grupo ecológico e ir a recoger basura, plantar árboles, dar regalos a niños huérfanos, etc.
- No burlarse, criticar o insultar a ninguna persona enfrente a los niños (y esperemos que no lo hagas aun si no están presentes).
- Si cometes un error, rompes un acuerdo, o fallas en algo, asume la responsabilidad, pide una disculpa y asegura hacer un cambio inmediato en tu comportamiento.
- Si ver a una persona con problemas o dificultades, acércate a ofrecer tu ayuda.
- Asegura que siempre das las gracias o pides por favor las cosas, y anima a tu hijo a hacer lo mismo.
2. Poder en la Vida.
El tener una actitud de poder y responsabilidad ante las circunstancias o problemas en la vida les enseña a tus hijos a modelar lo mismo. Una actitud positiva en la vida es el fundamento para el éxito, y es necesario que tus hijos aprendan estas cualidades desde chicos. Cuando tus hijos estén enfrentando un problema, no busques solucionarlo por ellos. No los veas como chicos, débiles o tontos, ¡al contrario! Tu trabajo es ayudarlos a reconocer su poder y a darse cuenta que son ellos los que ponen los límites.
Anímalos a encontrar una solución a cada situación de su vida, sugiéreles recursos como otras personas (¿has pregunta a tu abuelo que hizo él en esa situación?), libros o clases, o acércales las herramientas que necesitan hasta completar la situación.
Puntos a manejar:
- Jamás te burles o minimices las emociones de tus hijos, aunque te parezcan tontos o exagerados, es lo que están sintiendo y tienen derecho a ello. Algo que puede parecer muy sencillo para ti a resolver para un niño pequeño puede ser una gran hazaña. Reconoce que todavía no posee la experiencia, el conocimiento ni las habilidades para hacer las cosas que tú haces, y es humildad de tu parte ayudarlo al nivel de su entendimiento.
- Comparte con ellos historias de tu vida donde tú también pasaste por situaciones similares y platica con ellos de qué hubieran hecho diferente o qué otras ideas tienen.
- Nunca asumas que tus hijos ya lo saben, siempre reafírmales tu apoyo y amor incondicional.
3. Pasar Tiempo de Calidad.
Sentarte a ver una película o a cenar mientras estás en tu celular no es tiempo de calidad. Tiempo de calidad significa estar en atención total a lo que el niño está compartiendo, estar disfrutando con él y estar buscando la interacción directa todo el tiempo. Los niños que disfrutan de tiempo de calidad con sus padres aprenden a ser compasivos y amorosos a través de la intimidad y amor que se forja en este tiempo. Demuestra tu amor con afecto físico, interés por sus actividades, disfrutes, hobbies, celebra sus logros, y sé una presencia amorosa en tiempos de dolor. Sobre todo, escúchalos, platica con ellos, haz preguntas, y siempre respeta sus decisiones
Tips de Acción:
- Agenda un tiempo para salir a caminar solamente con un hijo (en caso de tener varios). Cada relación es única y especial y es importante dar tiempo a cada uno.
- Aprende técnicas de comunicación y haz preguntas abiertas que los lleven a entablar una conversación en vez de preguntas cerradas, las cuales tienen respuestas cortas como “si”, “no”, no sé”.
- Cuando estés en tiempo de calidad, no estés con un ojo al teléfono o tratando de hacer varias cosas al mismo tiempo. Tu atención y enfoque debe de estar en el niño.
4. El Amor al Servicio.
Una manera de evitar criar hijos irresponsables, egoístas y convenencieros, es mostrarles que preocuparse por otros es tan importante como su propia felicidad. Que el ayudar y dar servicio a otros nos hace felices y nos pone en una situación de humildad de reconocer dónde están ellos en la vida y dónde están otras personas.
Puntos a manejar:
- Ayuda a tus hijos a reconocer cómo sus decisiones afectan a otras personas involucradas, tanto positiva, como negativamente.
- Hagan el hábito de practicar un acto de servicio (aunque sea pequeño) todos los días.
- Lleva a tus hijos a donar sus juguetes, ropa o cosas que ya no usen o les queden chicos a niños huérfanos o de la calle, y ayúdalos a hacerlo con amor y aceptación.
5. El Poder de la Gratitud.
El estudio de Harvard demostró que los padres e hijos que practica la gratitud de manera continua son más generosos, amorosos, amables, compasivos y en general, más felices y saludables. Usar el poder de la gratitud ayuda a las personas a reconocer la abundancia en su vida y a expresar amor a las personas que aprecian. Es un factor clave en que crezcan a ser adultos que pueden encontrar satisfacción y autorrealización en las cosas pequeñas de la vida.
Formas de practicar Gratitud:
- Llevar un diario de gratitud y escribir, mínimo, 3 cosas al final del día antes de dormir.
- Continuamente dar las gracias de manera consciente, incluyendo a personas como el señor de la limpieza, la maestra en la escuela, o a sus amiguitos.
- Enrolarlos en ayudar las labores de la casa y que comprendan que son parte de la familia y también tienen responsabilidad de mantener una casa limpia, que tener orden y comida en la mesa implica un esfuerzo que también se debe agradecer.
Mi propósito para compartirte todos estos puntos es darte una guía de los principios básicos de las familias en armonía. Y reconocer que estos puntos no solo son para una educación de hijos felices y exitosos, sino que también pueden hacer a ti como padre o madre, más feliz.