Hablar de estilo de vida es hablar de cómo invertimos nuestro Tiempo y nuestras Energías, considerando que el estilo de vida es un indicador confiable de nuestra calidad de vida.
El tiempo es vida, y la manera en que lo invertimos nos proporciona la experiencia de plenitud o de vacío existencial.
Por otro lado, contamos con una cantidad limitada de energía cada día, que aumenta o disminuye, dependiendo de si la hacemos fluir o si nos mantenemos pasivos o indiferentes. Si fluimos la energía, no solo generamos la sensación de más vitalidad, sino que desarrollamos efectivamente una mayor cantidad de energía vital, de acuerdo a una importante ley de la energía: ENERGÍA QUE FLUYE, ENERGÍA QUE CRECE.
Esto lo podemos constatar con la energía del dinero, de las relaciones humanas y de pareja, del estudio, y de todas las áreas de la vida: si invertimos energía en esas áreas, generamos más energía en la forma de dinero, amistades, mejores relaciones familiares y de pareja, mayor comprensión e inteligencia, más salud y vitalidad, más entusiasmo y pasión para disfrutar la vida, etc.
De las distintas áreas de la vida (dinero, trabajo, pareja, sexo, familia, hijos, mente e inteligencia, salud, esparcimiento, la más importante es la espiritual, debido a que somos espíritu y no materia física, ni una simple personalidad humana.
Como espíritu, somos una unidad de Voluntad y Conciencia.
La Voluntad es la fuerza creadora que nos permite mover y transformar a las energías, tomar decisiones y controlar tanto nuestro universo físico como el no físico.
La Conciencia es la capacidad inherente de darnos cuenta, de aprehender y comprender la Verdad oculta tras las apariencias del mundo ilusorio (avydia o ignorancia en la tradición védica de la India).
La Voluntad es el aspecto activo de nuestro ser, y la Conciencia el aspecto pasivo.
Dasein y Cascarones aislantes de Esencia
La vida es autoconciencia, no de estar en el mundo, sino de ser en el mundo (Dasein) como expresa Heidegger. El ser humano, al ser un Dasein, es posibilidad inagotable de expresión, aunque todavía no una realidad acabada.
¡Es, en la medida en que puede ser, en tanto que expresa quien realmente es: un hijo del Creador!, formado a su imagen y semejanza; es decir, con sus mismas características, siendo las principales:
- Conciencia-Sabiduría
- Voluntad-Poder
- Valía
- Amor-Felicidad.
El Dasein es, en su forma más fundamental, un proyecto de desarrollo personal que culmina con la capacidad de expresar la propia esencia espiritual. El ser humano es un proyecto inacabado, y depende de cada uno llevarlo a buen término y alcanzar la autorrealización personal.
¿Cómo lograrlo?
Trabajando en nosotros mismos con disciplina, pasión y constancia, para romper los cascarones que ocultan la verdad de quiénes somos.
Estilo de Vida Esencial y no esencial
Dijimos que el Estilo de Vida es un indicador de nuestra calidad de vida.
Un estilo de vida no esencial, y por tanto con una pobre calidad de vida desde el punto de vista del Ser como “Dasein”, comprende comportamientos como:
- Identificación con la materia y lo material, con la molicie y la comodidad.
- Resistencia a la vida, con la opinión de que lo que sucede es “malo”, o “no debe ser”.
- Vida llena de apegos, adicciones, jaulas, creencias limitantes, acumulación, etc.
- Ego negativo (orgullo, soberbia, invalidaciones, jactancia, sentirse más o menos que otros, etc.)
- Amor negativo y uso de energía negativa.
- Víctima, drama, quejas, duelo.
- Errores y fracasos constantes por falta de sabiduría.
- Lucha y esfuerzo.
- Sensación de separación de los demás.
- Competencia, miedo de ser dañado, rivalidad, pugnas y guerras.
La espiritualidad es un ESTILO de VIDA basado en la Unidad y el Amor, en la naturaleza verdadera del Espíritu Único Infinito que somos todos.
Los comportamientos de un estilo de vida esencial son:
- Identificación con el espíritu.
- Transparencia (ausencia de resistencia, aceptación incondicional de lo que es como es, y de lo que no es como no es, a semejanza de Job).
- Libertad de apegos, adicciones, acumulación, y amontonamiento.
- Humildad (en la Unidad no hay más ni menos que otros).
- Amor positivo; uso de energía positiva con todos y con todo: servicio desinteresado, comprensión, empatía, aceptación incondicional, etc. El amor negativo no está justificado bajo ninguna circunstancia.
- Responsabilidad total.
- Sabiduría.
- Resultados rápidos y fáciles desde la propia esencia.
- Unidad
- Cooperación, comprensión, apoyo mutuo, buscar el mayor bien del mayor número de seres en cada decisión.
Remembrar a la totalidad del cuerpo
Los dos últimos puntos, unidad y cooperación, revelan otro aspecto importante de la espiritualidad: que el ser humano no existe de forma aislada. En cuanto intenta comprenderse y auto-determinarse, descubre que es un ser en relación, que está conectado consigo mismo, con el otro, con la naturaleza, con el universo, y con la divinidad, de la misma manera en que la gota de agua está conectada con la totalidad del mar y es el mar mismo.
La espiritualidad, en el nivel de realidad del ser humano como “ser en relación”, consiste no solamente en recordar quién es, sino también en re-membrar a la totalidad del cuerpo místico.
El ser humano no puede desarrollar plenamente su dimensión espiritual sin interactuar con las demás partes de sí mismo, sin contribuir activamente en la tarea de remembrar a todas las partes del cuerpo, es decir, sin apoyar a despertar a la totalidad de la humanidad.
Este es el significado profundo del viejo mito de Isis y Osiris. Cuenta el mito que Seth asesina a su hermano Osiris para usurpar el trono, descuartizando el cuerpo de Osiris y esparciendo sus miembros por todo Egipto. Su esposa Isis se propone recuperar cada miembro y finalmente logra restaurar el cuerpo. A la muerte de Osiris, su hijo Horus se convierte en rival de Seth y el conflicto termina con el triunfo de Horus, quien restaura el Maat (orden, justicia, equilibrio) en Egipto, y completa el proceso de la resurrección de Osiris.
Cada ser humano debe restaurar también su maat interno para sintonizarlo con el Maat Universal del Amor, limpiando y trascendiendo los cascarones que le ocultan la Verdad de su propia divinidad, y de esa manera realizar su proyecto personal de autorrealización. No hay salvadores ni Mesías externos.
En la trascendencia, el hombre abandona su estado de aislamiento; realiza que es parte de un Todo, y que no está completamente realizado mientras haya un ser humano que no lo esté.
Trasciende porque comprende; al comprender discierne; al discernir, decide; y al decidir, tomando en cuenta lo que comprende, trasciende aún más.
Su trascendencia se basa también en la conciencia de ser todavía un proyecto inacabado, cuya plenitud se ve colmada en la Unión con el Ser Único, con la Esencia Una. Esta es la Verdad que nos libera, como afirmó Jesús.
Conclusión
En conclusión, elegir un estilo de vida basado en la Unidad y el Amor, es el verdadero propósito de la vida humana en este planeta, y el que proporciona verdaderas experiencias de trascendencia, plenitud y felicidad duradera. Elegir un estilo de vida no esencial puede brindar momentos pasajeros de placer, pero nunca la felicidad auténtica.
¿Cuál de ellos eliges? Es tu decisión, y cada uno de ellos tiene características, precios y consecuencias: seguir como hasta ahora, o empezar a vivir el cielo en la tierra.
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