Antes de hablar de tus pensamientos y de cómo afectan la salud de cada persona, primero te queremos preguntar: ¿cómo ves el mundo ahora mismo?, ¿estás en el presente con la fe de que puedes lograr cualquier cosa?, o ¿tienes dudas sobre tu futuro?, ¿te agobias y piensas mucho en lo que no puedes resolver?
Dependiendo de tu respuesta, puedes identificar si tienes una mirada tranquila y confiada sobre tu vida, o si pensar en tu vida y tu futuro te genera angustia o ansiedad. En los párrafos siguientes, queremos conversar sobre cómo cada pensamiento está ligado a una emoción y cómo justamente, esas emociones y pensamientos afectan tu salud.
Tu mente y tu felicidad
Recordar las tardes en que jugabas en la calle con tus amigos de la infancia posiblemente te provoque nostalgia o felicidad, incluso puede que sonrías si recuerdas algo gracioso o divertido. Con los pensamientos negativos ocurre el mismo efecto, tienen repercusión en tu salud porque el pensamiento negativo es peligroso; si constantemente envías al mundo energías negativas, son las mismas que atraes hacia ti y pueden ir degenerando tus células y consumiendo tu tranquilidad sin siquiera advertirlo.
Para ayudarte a comprender cómo funciona la relación entre pensamiento y salud, queremos que pienses en un Triángulo de tres lados iguales; cada lado representa un plano de ti mismo: el físico, el mental, y el espiritual. Si alguno de los lados está fuera de balance, se nota de inmediato. Actualmente y a lo largo de la historia de la humanidad, hemos dado una gran importancia al mundo físico y material: tendemos a priorizar los aspectos de ese lado del triángulo y, si te ocupas solo de él, los otros dos se descuidan generando un desequilibrio que se manifiesta como enfermedad.
Tener Salud es sentirse bien, estar en equilibrio y armonía; al estar enfermos nos privamos de la armonía porque nos sentimos fuera de equilibrio y naturalmente, si el cuerpo no funciona como debe, es porque algo no está bien.
El plano espiritual es la base de la energía y vitalidad del ser y el plano mental es la base de una buena salud, porque si la mente tiene pensamientos estimulantes el cuerpo lo refleja.
Las enfermedades no solo son físicas
Las causas de las enfermedades no solo son físicas: si no encuentras equilibrio en tu vida, el sufrimiento es real. Tu estado de ánimo y tu mente están ligados: las preocupaciones enferman y las presiones emocionales se revelan en tu cuerpo. Si eres una persona que constantemente se expresa de forma negativa, te quejas, sientes miedo o ansiedad, es que estás alimentando pensamientos negativos en tu subconsciente,. Tu cuerpo siente la vibración de tus pensamientos y se puede envenenar por con el odio o el temor, como con cualquier otro veneno que ingiera.
Afortunadamente, todos hemos pasado por experiencias negativas o de desánimo que se pueden superar. Cualquier mal hábito puede romperse y cualquier buen hábito puede cultivarse, por ello, queremos invitarte a que revises la calidad de tus pensamientos; eres el dueño de tu mente. Si diariamente escoges cómo vestirte, tomas decisiones sobre qué comer o qué música escuchar, empieza a decidir también, de manera consciente, qué tipo de pensamientos quieres cultivar y qué palabras quieres usar.
Revisa que sean pensamientos y palabras amables, sin rastros de culpa o remordimiento, suelta la duda sobre qué va suceder, piensa y siéntete saludable, y verás que, en la medida en que te sientas más tranquilo y sereno, y cuando te trates a ti mismo y a los demás con amabilidad y respeto, notarás que tu salud mejorará gradualmente.
Como bien comprendió Gandhi:
- Cuida tus pensamientos porque se volverán actos.
- Sé cauto con tus actos porque se harán costumbre.
- Cuida tus costumbres porque formarán tu carácter.
- Controla tu carácter porque formará tu destino.
- Y tu destino será tu vida.
Y como dice el Dr. Wayne Dyer, “El estado de tu vida no es más que un reflejo del estado de tu mente”.
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