girl covering her face with both hands

En el siguiente artículo, pretendemos conversar sobre el Perdón causado por asuntos propios o de terceros, ¿por qué cuesta perdonar?, ¿existen tipos de perdón? Y por supuesto, el proceso de sanación que implica. La intención es que a través de estas líneas puedas ampliar tu visión sobre los acontecimientos y encuentres herramientas que te ayuden a transformar el dolor.

Todos somos seres complejos compuestos de acciones y emociones, seguramente, te ha pasado que alguien hizo, dijo o ¿por qué no? NO hizo o NO dijo algo que esperabas o deseabas y te lastimó, como resultado tienes un dolor bastante molesto, una incomodidad, ganas de llorar y sobretodo algo con que lidiar mientras te curas y es que una herida implica un proceso.

Dos enfoques del perdón

El perdón es un tema que se puede trabajar desde dos enfoques: cuando sientes que te agreden y sientes dolor o cuando tu agredes y sientes culpa, en cualquier caso algo se rompe, se fractura y da paso a una lección. Toda lección implica la oportunidad de atravesar una situación y generar un aprendizaje de ella. Bajo un enfoque espiritual, el perdón es una vía que puede liberarnos y elevar nuestra consciencia pero para llegar a ello debemos comenzar por ubicar algunos de los elementos que nos impiden o dificultan el acto de perdonar. Ya sea porque lastimaste a alguien o alguien te lastimó, hay tendencia a que experimentes aspectos como:

-Enfocarte en el dolor, sientes que tu herida no dejará de doler

-Abunda la desesperanza, sientes que no habrá nada mejor de lo que ya viviste

-Emisión de juicios, calificas la situación como mala o negativa y te atribuyes la necesidad de hacer justicia

-Asumes que hubo una falla y consideras que todo error debe llevar a un castigo o sanción

Con tanto encima, ¿cómo transformar la negatividad en un crecimiento personal? Ubicar por qué te está costando perdonar es el punto de partida en el camino hacia el perdón, ya cuando conoces lo que te limita puedes disponerte a superarlo.

Recuerda que la situación que debas perdonar es una lección de aprendizaje y como toda lección hay pasos que pueden ayudarte en tu proceso.

Herramientas que puedes usar para acercarte al Perdón

A continuación, te comentamos algunas herramientas que puedes usar para acercarte al Perdón:

-Identifica ¿qué necesitas perdonar?, ponle nombre y fecha al daño para que sepas ¿qué es lo que te duele y desde cuándo? 

-Reconoce ¿quién lo causó?, ¿cuál es el hilo conector entre tu y esa otra persona o situación?

-Indaga en las emociones que sientes cuando recuerdas la situación (miedo, coraje, tristeza) y piensa

  • ¿con que te quedas al no perdonar?
  • ¿Qué te suma?
  • ¿Qué te aporta conservar esas emociones?
  • -Chequea ¿cuál es el proceso que necesitas para perdonar?,
  • ¿tienes que pedir ayuda?,
  • ¿necesitas hacer mucha reflexión interna?,
  • ¿tienes que conversar o verbalizar la situación con la persona?

Ten presente que en caso de que necesites conversar la situación, debes buscar acercamiento, tener un gesto para liberar tensión y poder expresar cómo te sientes, cuáles fueron las consecuencias de la situación y no asumir que la otra persona las conoce o entiende. Igualmente, debes permitirte escuchar al otro y dejar claro la intención del intercambio, si pretendes reconstruir la relación o si pretender simplemente aclarar todo como una autopsia.

Lo importante es que tu intención sea clara y que tengas presente la visión de la relación a futuro, no solo tu relación con el otro sino contigo.

Para tener una sana relación contigo, debes conocer el tipo de perdón que recibes u otorgas (dependiendo del enfoque). Podemos mencionarte

3 tipos de perdón:

Unilateral: es genuino, no espera nada a cambio, no exige, no hay castigo y fomenta la experiencia de crecer y avanzar

Negociado: es condicionado, se hacen demandas, requisitos, se pide algo a cambio y se hace desde la energía del ego donde uno siente que tiene potestad sobre el otro

Falso Perdón: no hay disposición honesta de perdonar, es apariencia para evitar conflictos o confrontaciones

Es necesario entender, que si hay tiempos de dolor, hay que vivirlos, es necesario atravesar y recorrer el camino. Si tienes contenida energía baja porque sientes mucha rabia y empiezas hacer el proceso para liberarla ese trabajo interno es de ti para ti, cuando deseas algo y no se da o cuando una relación nos da lecciones difíciles, acepta el reto de quitarte el peso, réstate ruido y suma tu encuentro personal.

Procesos de terceros y muchas veces de nosotros mismos a veces nos lastiman, y hay que reconocerlo. Cuando te veas ante una situación donde te sientas lastimado o quieras hacer una pausa porque algo pesa demasiado, procura pensar ¿cuál es la raíz de la herida o el peso? ¿Qué es lo que hace que esa situación o persona se convierta en algo que genere dolor?

Una vez que tengas identificado el elemento de dolor o incomodidad, puedes con un poco de empatía empezar a pensar si tu también actuarías así o no, si puedes entender las razones o motivos de aquello que te genera malestar. Y finalmente, debes asumir el respeto como base de todo proceso sano de crecimiento y aceptación. El otro es eso, otro. Y no actúa ni piensa conforme a ti, actúa conforme a él muchas veces sin conciencia o intención. Los daños que generamos en otros no siempre son, necesariamente, premeditados o con alevosía, a veces son genuinos “accidentes” que vienen a enseñarnos otra forma de vivir.

El otro tiene su propia complejidad de pensamientos, emociones y valores. Todos vivimos en una constante conjugación de lo que somos, con respecto a nosotros mismos y a los demás, por eso el perdón implica sanación y crecimiento. Seguro has leído por allí, que veces te toca aceptar una disculpa que nadie realmente te pidió. Y allí sucede la magia, la magia de comprender que solo somos responsables de nuestras propias emociones y acciones. No nos toca velar o controlar las acciones de los demás, mucho menos enjuiciar, solo podemos cuidar nuestra parcela, nuestra área de acción y nuestro propio universo interior.

El perdón enriquece, te libera, te ayuda a encarar orgullosamente tus heridas y decir pues si, me dolió pero también me enseñó y los aprendizajes son herramientas que son tuyas de por vida, que te van a servir a ti a quiénes te rodean si decides compartir. Si decides transformar tu frustración, rencor o incomprensión en algo más, algo más productivo y más fuerte. La energía del perdón es poderosa, movernos y relacionarnos desde el perdón genera calma, tranquilidad y evolución. De todas las cosas que puedes desear en esta época del año, desea algo que te agradezcas más adelante, trabaja internamente en tu valor porque después de todo, perdonar es estar en paz, contigo, con el otro y con tu cicatriz.

Podcast sobre el perdon Aqui

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