Nuestro máximo potencial como seres espirituales se logra al encontrar el balance de nuestras energías, la Divina Femenina y la Divina Masculina, dentro de nosotros mismos. La energía Divina Femenina no es una energía que viene de las mujeres, ni está limitada de los hombres. Lo mismo sucede con la energía Divina Masculina, no proviene de los hombres, ni está limitada de las mujeres.
Esta asociación y nombramiento de las energías Divinas Masculinas y Femeninas a tipos de géneros es un resultado de la perspectiva superficial de ser humano. Mientras más aprendamos a soltar nuestros malentendidos de estas energías, y reconocer que no están basadas en ser hombre o ser mujer, vamos a poder tener acceso para poder trabajar con ambas.
El problema está cuando una o las dos energías están fuera de balance, silenciadas, heridas, malentendidas, o no respetadas. Tanto hombres como mujeres a través de la historia han sido tanto los opresores como los oprimidos. Más comúnmente es nuestra opresión consciente de nuestras emociones, sabiduría, poder, belleza, verdad, o amor que es la máxima traición.
Una persona, no importa si es mujer u hombre, que tiene exceso de energía masculina, puede ser visto como frío, comandante, y manipulador. Una persona, no importa si es mujer u hombre, con exceso de energía femenina, puede ser visto como emocionalmente inestable, fácilmente influenciable, y complacientes. En nuestra sociedad, ambos extremos de estas energías son altamente detestados y esto ha tenido como resultado la discriminación de los géneros en diferentes áreas de la sociedad. Feminidad excesiva es vista como ser demasiado débil, y masculinidad excesiva es vista como demasiado dominante.
Una energía Divina Femenina saludable nos ofrece compasión, sabiduría, paciencia, flexibilidad, fertilidad, y cariño. La intuición femenina es una de las herramientas más poderosas para guiarnos y todos la tenemos. Se comunica a través de nuestro cuerpo, emociones, y pensamientos. Su naturaleza es amarte, guiarte, honrarte, y nutrirte. ¿Cómo sería permitirte esto? ¿En dónde puedes ser más amoroso, honrarte y nutrirte más? Esta energía es parte de la creatividad, el disfrute, el juego, y ama estar en la naturaleza, da luz a ideas, negocios, arte, libros, sistemas. Al ignorar esta energía sentimos incomodidad y es más fácil perder el auto-respeto, la capacidad de discernimiento, y la habilidad de auto-amarnos.
Una energía Divina Masculina saludable no tiene miedo, es valiente y leal. Es nuestro guardián y protector. Cuando está en balance, no daña a nada ni nadie. Su fuerza suave nos trae armonía y paz donde hay conflicto y separación. Conoce su poder pero no lo abusa ni mal utiliza. ¿Has usado tu poder (tus palabras, acciones, dinero, o recursos) en maneras que unen o crean división, que crean o destruyen? Esta energía es líder, y no tiene miedo a decir la verdad aun si otros no están de acuerdos. No tiene miedo a lo desconocido, le gusta explorar y aventurarse a nuevos territorios. Cree y confía en sí mismo y sabe que triunfará si su intención es clara y sus acciones alineadas. Una energía Divina Masculina enferma se pudre, se ahoga, tiene miedo a fallar, o usa su poder para controlar a otros.
Cuando estas energías trabajan en armonía, la unión sagrada de la Femenina Divina y Masculina sana y puede crear cualquier cosa. La sinergia creada por este balance cataliza las fuerzas de la creación a la manifestación. Conforme nos comencemos a mover de la perspectiva superficial de nuestra realidad monetaria, a una realidad más espiritual, ya no estaremos limitados en nuestros roles a usar la energía de formas extremas, sino usaremos ambas energías en un balance para conectarnos a con nuestra realidad espiritual más alta, donde todo fluye y hay paz.
Parte de nuestro camino espiritual, y para conectarnos a las realidades espirituales más altas, debemos rendir los extremos energéticos y crear más energía masculina o femenina, la que haga falta. Cuando comencemos a balancear, sanar, honrar e integrar nuestras energías Divinas Masculinas y Femeninas, comenzaremos a escribir un nuevo futuro para nosotros, para la humanidad, y para el planeta. No importa tus experiencias o decisiones del pasado, tú siempre tienes la opción de abrirte a cada una de estas energías y comprender cómo volverte más integrado en tu interior, una versión Divina de ti mismo más balanceada.
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