Si te consideras una persona espiritual es muy posible que también seas una persona creativa. Y aunque es posible que no te consideres como una persona creativa, créeme, lo eres. Hay una creencia negativa que la creatividad está restringida a sólo los artistas, pero cada persona tiene el poder de la imaginación y la posibilidad de ponerlo en acción.
¿Cómo lo sé? Porque la espiritualidad y la creatividad van de mano en mano. Hay una frase de Julia Cameron que dice “La creatividad es nuestro regalo de Dios. Usar nuestra creatividad es nuestro regalo de regreso a Dios.”
Cada cultura y tradición tiene una conexión entre la creatividad y la espiritualidad. Lo puedes ver de muchas formas: en la música, el baile, el canto, la poesía, la pintura, etc. Estas son formas comunes en las cuales expresamos nuestra alma y nuestro deleite de ser.
La raíz de la creatividad no es el cerebro, es nuestra alma, nuestro espíritu. Es una expresión de nuestro verdadero Yo, de lo que está dentro de nosotros, de lo que somos. La creatividad es la expresión, la salida, de experiencias en ti que es posible que ni siquiera estés consciente que están ahí. La esencia pura de quien eres está en constantemente expresión a través de tu lado creativo.
Sin embargo, muchas personas confunden la creatividad con el arte. Claro que cuando alguien tiene talento en la pintura o en escribir canciones se le considera una persona creativa, sin embargo la creatividad no está limitada a aquellos que tienen el regalo de las artes. Un científico o un ingeniero pueden ser creativos, de otra manera, ¿cómo tendríamos pensadores innovadores? Por lo tanto es posible que no seas necesariamente un artista, pero si eres una persona espiritual eres capaz de no solo pensar afuera del cuadro, si no profundizar en ti mismo y conectarte con la sabiduría infinita que te guía.
Cuando relajas tu mente, la creatividad aparece y te apoya a solucionar situaciones o a improvisar en situaciones difíciles. Soy creativo es otra forma de decir soy CREADOR. Y declarar esto es declarar tu máximo poder en la vida. Por lo tanto es importante apartar lugar y tiempo para crear. Toma una hoja de papel y ponte a escribir, deja que la creatividad fluya, no pongas atención a la gramática o a la estructura, solo apaga tu mente y permite que fluya la consciencia a través de ti. Si es posible, practica esto todas las mañanas en cuanto despiertes para aprovechar que tu mente todavía está relajada y tu alma puede fluir.
Haz tiempo para crear, no importa si es dibujar, tejer, bailar, fotografía, jardinería, carpintería, decoración, lo que sea. Alimenta la conexión entre tu cuerpo y tu alma al trabajar con tus manos, con tu cuerpo, uniéndolos en un trabajo creativo. Ábrete a tu poder creador y permite que se exprese tu verdadero Yo.
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