Cada día son más las personas que se lanzan al mundo de la meditación. Más allá de ser considerada a veces una moda, la realidad es que la meditación es parte de este mundo desde siglos y siglos atrás. Cuando meditamos, lo que estamos buscando es desarrollar nuestra mente y liberarnos de todo tipo de tensiones que nos molesten y que no nos dejen realmente desarrollarnos al máximo como personas.

No todas las meditaciones son iguales, ya que algunas están realizadas con un propósito específico como por ejemplo liberar, aliviar el estrés, ayudar a concretar sueños, etc.

Puede que con toda la información que existe y todas las técnicas de meditación al inicio te parezca algo un poco abrumador ya que si haces una meditación guiada para principiantes es básico y clave que sigas exactamente todo lo que se te dice en el audio para lograr llegar al estado que se espera de ti.

En la mayoría de los casos, las primeras veces no se llega a un estado de relajación absoluto, algo que podría llegar a ser un poco frustrante. Sin embargo, no hay que caer en el error de abandonar antes de tiempo ya que es lógico que durante las primeras prácticas en solitario te sucedan estas cuestiones.

Justamente la meditación tendrá como fin también el ayudarte a reducir toda la frustración que te genera el no conseguir rápidamente tus objetivos.

¿Listo para comenzar?

Como en todo aprendizaje, comienza  de lo fácil a lo difícil, de lo simple a lo complejo; si de entrada practicas horas y horas con técnicas para meditadores avanzados, puedes estar condenado al fracaso, así que te sugerimos sigas la guía para principiantes numerada aquí abajo.

Guía de meditación para principiantes:

  1. Comienza con algo simple: haz una cuenta regresiva; si haces una cuenta regresiva del 100 al 1 y tu mente salta de una cosa a otra, haz una cuenta más corta. Visualiza un número cada dos segundos.
  2. No te impacientes si no puedes mantener la cuenta, aún cuando sea corta; nadie aprende a caminar en un día, así también meditar lleva su tiempo de aprendizaje. Relájate, deja pasar los pensamientos que aparezcan tranquilamente.
  3. Acorta tus tiempos de meditación: si lo necesitas, comienza con cuentas del 10 al 1, concéntrate en visualizar bien claro los números (puedes poner un reloj para que te avise a los cinco minutos, ya que podrás hacer varias cuentas), imaginalos en colores, compuestos de ladrillos, madera, metal, de luces de neón, etc. Si los pierdes por pensamientos que cruzan no te molestes con ellos, déjalos pasar y vuelve a continuar donde te quedaste o empieza de nuevo. Es mejor menos tiempo con calidad, que mucho tiempo con mala calidad.
  4. Aumenta tus prácticas paulatinamente: una vez que domines la práctica con pocos números, auméntalos en cinco o diez números, pero no más. Trabaja con ellos cinco días, y si los visualizas correctamente sin pérdidas en tu concentración, vuelve a aumentar la cuenta. Hazlo hasta llegar a 100 (también puedes ir del 300 al 1; cada cuenta del 100 al 1 te lleva unos cinco minutos).
  5. Varía tus prácticas: luego de la cuenta regresiva visualiza un elemento (una fruta, un aparato, un cuadro, un lugar, un vehículo, un paisaje, una persona, un animal, un vegetal, etc.), practica con cosas que conozcas y a las cuales tengas acceso regularmente, así al volver a verlas puedes comprobar la calidad de los detalles que visualizaste, y repetir la experiencia si lo deseas.
  6. Utiliza todos tus sentidos: en tu imaginación recuerda la textura, los aromas, el sabor, y los sonidos de los elementos que visualices; si algo no produce sonido por sí mismo, imagina que lo golpeas y escúchalo, saborealos, lanzalos, córtalos, aplástalos, etc.
  7. Imagina: la meditación mejora con la imaginación; visualiza los elementos que hayas convocado anteriormente en el punto 5, pero cambia sus características, como su color, sus formas, su textura, su peso, su brillo, su aroma, etc. También puedes imaginar algo totalmente nuevo, como un paisaje de otro mundo, una nave que te lleva por el espacio, un jardín con flores que hablan, diviértete.
  8. Haz varias sesiones en el día: comienza con una práctica diaria en el horario que más te convenga, sin presiones. A medida que tu concentración mejore, agrega una práctica más, podrás encontrar tres momentos en el día para meditar (puedes agregar más, siempre que la calidad de tus meditaciones no disminuya).

Algunos consejos que puedes seguir:

  • Asegúrate de tener el celular en silencio.
  • Escuchar música suave te ayudará a relajarte mejor (aunque no es necesaria).
  • La meditación no es una solución milagrosa que haga efecto inmediato, sino un proceso que requiere constancia. Sigue practicando a diario e irás sintiendo cómo se desarrolla un estado de calma y paz dentro de ti.
  • Meditar antes de acostarte te ayudará a desconectar poco a poco la mente y te hará sentirte más relajado.
  • Es habitual concentrarse en la respiración o cantar mantras, como “Om”, durante la meditación.
  • La frustración aparece debido a la competencia. Déjate llevar. El lado más pacífico de la meditación te ayudará a conocerte mucho mejor. Relájate y fúndete en un todo con el universo.

Meditar no requiere de gran inversión. No importa que tan ocupado estés. Te garantizamos que hará una gran diferencia en tu vida.

Si te interesa conocer más sobre la meditación y cómo incrementar tu experiencia de felicidad aquí y ahora, te invitamos a conocer nuestro Curso Tu Despertar Espiritual, el cual es un curso gratuito que ofrece la Escuela de Esencialidad (EdE) como una forma de servicio a la humanidad.

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