¿Tus creencias te tienen atrapado?
A medida que crecemos y a lo largo de nuestra vida, vamos formando una estructura mental que nos ayuda a encontrarle sentido a las cosas. Esta estructura se forma con base en creencias, educación, religión, los libros que leemos, nuestros amigos y en mayor medida la sociedad. Uno de los propósitos de este artículo es ponerte en consciencia de tus estructuras mentales o creencias y de los efectos negativos que pueden ocasionar en tu vida.
También pretendemos darte algunos ejemplos para que identifiques d tus creencias con la intención de que te quedes solo con aquellas que te hacen crecer.
Tus creencias, son el resultado de tu cultura, gustos, disgustos, experiencias y decisiones es natural que sean como unos anteojos bajo los que observas el mundo, te permiten no sólo entender las realidades que vives sino asimilarlas y actuar en función de ellas. Pero éstos, funcionan de manera inconsciente, casi como la configuración automática de un programa de computador, simplemente sucede y muchas veces no reconocemos la lupa que le ponemos a las experiencias, no nos damos cuenta que tenemos los anteojos y mucho menos vemos si son útiles o no, si nos permiten vivir con felicidad o si nos dan una vida de problemas y conflictos.
Ahora, si las estructuras mentales son una programación automática e inconsciente, ¿Es posible salir del piloto automático? ¿Se puede despertar de la programación?
Ciertamente, puedes seguir algunos pasos que te ayuden a restarle lo automático a tu programación, estos son:
Paso 1.- Mueve tus anteojos del efecto INCONSCIENTE a causa CONSCIENTE; esto quiere decir que retomes el control comprendiendo su naturaleza. Reconocerlos y saber que están ahí es fundamental, porque lo que hace más poderosas a las creencias es que nos controlan sin que nos percatamos de ello. En cambio, si las identificamos, somos nosotros quienes las controlamos a ellas. Por eso, identifica dónde se esconden estos anteojos, en qué partes de ti salen a relucir tus estructuras mentales. Así, las expectativas, terquedades, opiniones, ideologías, exigencias, dogmas, ilusiones, juicios, ideas, gustos son algunos ejemplos de aquellos aspectos que tienen una carga de tus estructuras y creencias.
Paso 2.- Cuestiona y pon en duda lo que ves con tus anteojos. No existen verdades absolutas ya que las creencias no son más que creaciones de tu mente, son percepciones diferentes en cada persona. El problema es que te las has creído como verdades universales cuando solo son creaciones.
Paso 3.- Observa cuántos problemas, conflictos y sufrimiento tienes en las diferentes áreas de tu vida. Detrás de cada problema, conflicto y sufrimiento está una estructura mental, date cuenta en qué aspectos te enriquecen y en cuáles te perjudican. Un factor clave para que puedas reconocer que no están siendo útiles es porque lo que ves a través de ellos te genera sufrimiento.
Paso 4.- Empieza a buscar evidencia de nuevas formas de percibir la realidad. Lee, investiga, documéntate sobre otras nacionalidades, culturas o maneras de comprender y relacionarnos. El mundo es rico en culturas, hay diferentes países con otras formas de pensar, sentir, actuar. La programación es un tipo de SABER.
Paso 5.- Una estructura mental favorable te conduce al poder personal y la felicidad; es recomendable que pongas por escrito tus creencias negativas y hagas el ejercicio de sustituir una a una tus creencias negativas por otras positivas.
Ahora que sabes que tu estructura mental son sólo tus propias creaciones que te llevan a una realidad virtual observada por tus anteojos, tienes el poder de salir de ella y ser quien has querido ser. Es muy difícil que dejes de ver el mundo con anteojos pero es perfectamente posible y saludable que sepas escoger unos anteojos que te amplíen la visión en lugar de limitarla. Puedes crear o incorporar nuevas estructuras mentales
que te lleven a experimentar mayor felicidad y poder personal.